¡Hola! ¿Sabías que el desarrollo sensorial es la base para el desarrollo cognitivo y motor? Nuestros sentidos nos permiten recibir información vital del mundo que nos rodea, moldeando nuestras percepciones y sensaciones. Esto, a su vez, ayuda a desarrollar nuestras habilidades cognitivas básicas como el lenguaje y la inteligencia.
El cerebro de tu bebé crece a medida que aprende sobre el mundo usando sus sentidos y movimientos desde una edad temprana. Para ayudar en su desarrollo cerebral, es importante fomentar la exploración sensorial y el ejercicio desde la infancia. Al experimentar diferentes vistas, olores, sabores, texturas y entornos, tu hijo aprende y descubre cosas nuevas.
La estimulación sensorial se puede trabajar desde diferentes ámbitos como: el hogar, la escuela, actividades recreativas, en el juego individual o en equipo, entre otros. Cada una de las áreas estimuladas aporta a los niños una cantidad de respuestas. Para fomentar la estimulación de cada uno de los sentidos se utilizan diferentes materiales y estilos:
- Visuales: Los colores llamativos y diferentes, objetos de distintos tamaños, formas, tonalidades, permiten adoptar herramientas para convivir en diferentes entornos e interactuar con los demás. Entre las actividades que se pueden realizar están jugar con espejos u objetos que reflejen, manipular juguetes luminosos, esconder objetos para buscar, entre otras.
- Auditivos: Las actividades que se practican para estimular este sentido como son utilizar sonajeros, escuchar diferentes tipos de músicas o instrumentos musicales, imitar sonidos de animales, cantar determinadas canciones y realizar juegos que emitan sonidos. Se nos invita a que se agudicen la percepción auditiva, se estimule la actividad fisca, se mejore la motricidad y la coordinación del niño, pues favorecen la estimulación del lenguaje.
- Táctiles: El tacto es el sentido que más información nos ofrece con la relación a los demás. Trabaja la estimulación de conexiones cerebrales, desarrollo cognitivo y psicoemocional. Es importante que los niños, desde muy pequeña edad, manipulen diferentes texturas como: crema de afeitar, masilla, lodo, piedras, objetos punzantes, sensaciones de frío, calor, peso, aire, entre otras tambien importantes.
- Olfativos: Desde el nacimiento, este sentido se desarrolla al reconocer el olor de la madre. Para fomentarlo se pueden utilizar distintos aromas agradables y no demasiados intensos. Esta transición de olores debe de ser paulatinamente de más fresco a más fuerte. Una de las actividades a realizar es identificar olores de frutas, flores, comidas y aceites.
- Gustativos: Es el sentido gustativo es el que se desarrolla con el tiempo ya que no aparece desde el principio. Este nos ayuda a desarrollar diferentes procesos como succión, masticar, deglución y control de babeo. Por otro lado, estimula la aceptación de diferentes tipos de texturas en los alimentos y sabores. Para esto es bueno experimentar comidas con sabores marcados, realizar masajes en la boca de tal forma que se estimule el sistema orofacial.
Es importante mencionar que no todos percibimos, de igual forma, la información a través de los sentidos, cada uno tiene desarrollado un sentido más que otro. Existen personas que padecen de trastornos del procesamiento sensorial, en ocasiones viene acompañado por otro trastorno del neurodesarrollo como puede ser el autismo, discapacidad intelectual, síndrome de Rett, trastorno generalizado del desarrollo no especificado, parálisis cerebral o simplemente está afectado su sistema sensorial per se, donde presenta dificultad para interpretar y organizar la información captada por los diferentes sentidos.
Existen terapias que pueden ayudar con la estimulación de los sentidos, como la terapia ocupacional o estimulación de sentidos, la que se enfoca en n la estimulación de todos los sentidos (vista, oído, gusto, olfato, tacto, propiocepción y sistema vestibular) mediante estímulos y actividades significativas controlados por el terapeuta, pero dejando al niño en libertad para explorar y descubrir. El objetivo de esta terapia es, partiendo siempre de la edad y desarrollo real del niño, mejorar la calidad de vida, trabajar todos sentidos para mejorar o incrementar la percepción del niño, propiciar las relaciones sociales, mejorar la comunicación, potenciar la exploración del medio y mejorar su autoestima, entre otros.
La estimulación sensorial tiene como objetivo lo siguiente:
- Promover la interacción y el desarrollo de la comunicación, siguiendo las necesidades humanas.
- Favorecer las diferentes situaciones personales que un niño puede presentar.
- Promover el desarrollo de estrategias de comunicación sin dejar a un lado las capacidades perceptivas, según la posibilidad del niño.
- Optimizar la calidad de vida y su bienestar.
De igual forma, brinda diversos beneficios, donde la estimulación logra una gran receptividad y otorga protagonismos a las funciones de los mismos sentidos. Dentro de las ventajas se encuentran:
- Potenciar las relaciones positivas con los adultos y otros niños
- Provocar el sentido de exploración, movimiento, interacción y comunicación
- Mejorar la concentración y coordinación
- Estimular el pensamiento lógico
- Promover la comunicación verbal y no verbal
- Favorecer las situaciones personales en las que el niño debe enfrentarse
- Mejorar su desarrollo físico, psicológico y emocional
- Brindar diversas alternativas en cuanto a la atención educativa
No descuidades el bienestar de tu hijo desde pequeño; interésate en identificar cuáles son sus necesidades y a través de los juegos se ayuda a que estos estimulen sus sentidos.