Los alumnos con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) suelen ser niños mucho más inquietos, impulsivos y distraídos que el resto de sus compañeros. Sus síntomas hacen que les sea extremadamente difícil quedarse quietos en clase, terminar sus tareas correctamente y a tiempo o no molestar a sus compañeros.
Dificultades en el aprendizaje
Los niños con TDAH suelen tener dificultades para prestar atención, debido a que su cerebro procesa la información de manera diferente a los demás. Esto provoca problemas en la lectura, escritura, memorización de detalles, escucha y habla.
Es crucial que los profesores reconozcan los síntomas del TDAH y tomen las medidas necesarias para ayudar a los estudiantes a manejar su trastorno. Estrategias, como dar instrucciones claras y concisas, dividir las tareas en pasos más pequeños y adaptarse al estilo de aprendizaje del alumno, pueden marcar una gran diferencia.
Además, proporcionar refuerzo positivo y retroalimentación también puede ayudar a aumentar la confianza en sí mismo y la motivación del niño para aprender. Trabajando juntos con padres y educadores, podemos crear un entorno de apoyo que atienda las necesidades únicas de cada estudiante, incluidos aquellos con TDAH.